El viejo cuento del Lobo

“-¡Ay, abuela, qué orejas tan grandes tienes!
-Para oírte mejor.
-¡Ay, abuela, qué ojos tan grandes tienes!
-Para verte mejor.
-¡Ay, abuela, qué manos tan grandes tienes!
-Para cogerte mejor.
-¡Ay, abuela, qué boca tan enormemente grande tienes!
-Para devorarte mejor.”

Caperucita Roja (versión Grimm)

 

Caperucita Roja, grabado de Gustavo Doré

 

Este magistral diálogo es uno de los más aterradores de la literatura: la inocencia conversa con la maldad y está a punto de descubrir “el mal”. La imagen es tremenda: una niñita, a solas, en una habitación sin luz, habla con un ser oscuro que se hace pasar por alguien bueno y querido.

Caperucita Roja es inocente, pero sobre todo, es ingenua: le ha dado al lobo feroz todos los datos para llegar hasta la casa de la abuela, y éste ha devorado a la anciana y espera, tranquilamente en la cama, hacer lo mismo con la nieta.

Un cuento de sabiduría nos habla de lo que fuimos, somos y seremos. Pone en contacto a los tiempos para que, como humanos, vayamos aprendiendo. Todo buen cuento antiguo nos habla a cada uno como individuo, y a todos como colectivo.

¿En qué momento del relato de Caperucita Roja estamos viviendo como humanidad? Me parece que estamos en la oscuridad del cuarto de la abuela, hablando ingenuamente con el lobo, sin querer entender que estamos a punto de ser devorados.

Por ejemplo, aquí, en España, el 1 de julio de 2015 ha entrado en vigencia la llamada “Ley Mordaza”. Muchos han venido advirtiendo acerca de la inconstitucionalidad y las consecuencias nefastas de esta ley. Socialmente apenas ha habido eco de estas advertencias, como si la cosa fuera con otros, como si no pasara nada. Nos han quitado, por ley, el poder de expresarnos desde la libertad; el poder de mostrar desacuerdos, de estar en contra; de denunciar públicamente lo injusto, de tomar acciones contra aquello que no nos gusta. El lobo escondido (la dictadura encubierta que desde hace años vivimos), comienza a mostrarse: vestido aún con los ropajes de la abuela, es cierto, pero ya dejando ver claramente sus intenciones. Caperucita, asombrada, no quiere ver, no quiere entender, y continúa hablando con él.

La dictadura oculta está dejando de ocultarse. ¿Qué vendrá después? Por lo pronto sería sano que dejáramos de lado el viejo cuento que nos cuenta que
vivimos en democracia, en un gran reino donde podemos decidir, elegir y estar informados (altamente informados). Sería sano que dejáramos la ingenuidad de lado: el lobo feroz nos cerca, nos acecha y sabe cómo manipularnos.

Caperucita Roja tuvo que vivir una experiencia de oscuridad en el vientre del lobo para aprender la lección y llegar a matarlo (con la ayuda del cazador, primero; y con la sabiduría de la abuela, mató al segundo lobo).

Si el lobo nos engulle ¿cómo salimos de su barriga? Seguramente (y por fortuna) hay una parte nuestra que permanece sin ser devorada. Una parte activa, capaz de matar lo oscuro, que está atenta y vive en el bosque. Ese cazador que llega a la casa de la abuela y que entiende, por experiencia intuitiva, que primero hay que abrirle el vientre al animal para no matar lo que hay dentro. Cuando salen, Caperucita y abuela se encargan de llenarle la panza de piedras al lobo, para que muera.

Los cuentos nos enseñan: si no somos capaces de revisar nuestra historia, de entrar en nuestra propia oscuridad para mirarla de frente, entenderla e integrarla, no seremos capaces de crecer como adultos y nos quedaremos inmersos para siempre en un lugar infantiloide donde las decisiones las toman “los otros”. Es necesario que nos hagamos cargo de nosotros mismos. Si lo hiciéramos ¡cómo cambiaría el cuento!

 

detalle del grabado de Gustavo Doré

 

Dicen que los cuentos no fueron hechos para dormir al hombre, sino para despertarlo a la conciencia de sí mismo. Despertar, hacernos responsables de lo que somos, para que nada ni nadie pueda decidir por nosotros, es un trabajo grande y exige mucha entrega, tal y como nos cuenta Caperucita.

El cuento de Caperucita Roja tiene un final redentor y esa es la gran esperanza.

 

Lectura complementaria:
Caperucita Roja: un cuento salvaje.
(versión de los hermanos Grimm)

 

El bosque y la narración oral en busca de supervivencia

24 años de maratón de los cuentos (Guadalajara)

«Los bosques y los cuentos comparten la amenaza de su desaparición, una amenaza mitigada por la ecología para salvar los bosques y por la aparición de una ecología de los cuentos de la que participa el Maratón de Guadalajara». Así explicaba durante la presentación de la XXIV edición del Maratón de los cuentos de la ciudad, la presidenta del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, Blanca Calvo, acompañada de su vicepresidenta, Gloria Márquez, que adelantaban el tinte «verde» que relevará al azul del agua del pasado año. Una edición que con el bosque como hilo conductor propiciará 46 horas ininterrumpidas de historias, sueños, emociones y actividades paralelas que convertirán Guadalajara del 12 al 14 de junio en la capital mundial del cuento.

afiche520

Con 24 años a sus espaldas, el evento cultural de Guadalajara por excelencia ha conseguido ser conocido en todo el mundo. Prueba de ello son los narradores que participan: profesionales venidos desde todos los rincones del planeta mezclados con cuentistas amateurs; niños y ancianos; hombres y mujeres de toda clase y condición.

Una de las muchas «magias» de este encuentro que cada año congrega a miles de personas en el Palacio del Infantado como marco de las historias, como el libro que se abre delante de los ojos del lector. En este caso, las historias comenzarán a ser narradas desde las 17.00 horas del viernes 12 con el tradicional cuento del alcalde. Será el principio de las 46 horas, que terminarán el 14 de junio domingo, con un broche musical.

Organizado por el Seminario de Literatura Infantil y Juvenil, cuenta también con el apoyo de la Biblioteca Pública, del Ayuntamiento de la capital, la Diputación provincial, La Junta de Castilla-La Mancha y el Ministerio, así como con la colaboración de unos 200 voluntarios que hacen posible la transformación del Palacio del Infantado en el escenario ideal del cuento.

Actividades paralelas

Como desde hace varios años, a la vez que discurren los cuentos, seguirán los maratones paralelos: el de la ilustración, el de fotografía y el de radio; así como, previamente, el Maratón Viajero, que este año llega a quince municipios de la provincia: Brihuega, Azuqueca, Cabanillas, Fontanar, Horche, Yunquera, Humanes, Torija, Tórtola, Yebes, Quer, Chiloeches, Marchamalo, Sigüenza y El Casar.

Se suma la chimenea de los cuentos, talleres, exposiciones y el ya tradicional Festival de la Narración Oral con la presencia de narradores de primera línea. Además, también han un espacio de tiempo, coincidiendo con la madrugada, para los «cuentos mínimos», y este año, la «Noche de Estrellas Estrelladas», en la que trece narradores profesionales improvisarán cuentos a partir de 13 retos narrativos; en unos casos la narración se basará en cuentos que se lleven preparados, incluyendo variaciones; en otros habrá que crear las historias en ese mismo momento. Las conferencias y mesas redondas también tienen su lugar en este Maratón. Serán en el Salón de Actos del Palacio y la entrada es libre.

 

bosquedeloscuentos520

Programa completo del evento en pdf

Visto en LOS CUENTOS DE LA LUNA
Fuente: ABC

Más información maratondeloscuentos.org

 

El Espíritu de las Aguas (Últimas dos funciones)

Es una hermosa tarde de lluvia. La naturaleza parece revivir bajo las gotas. Otro espíritu de las aguas, diferente al del poema, alienta el bosque y todo parece una fiesta.

Hace unos años atrás, en un seminario butoh de Atsushi Takenouchi, bailamos un tsunami. Teníamos que sentir en nosotros la fuerza del terremoto, dejarla salir en la danza. También bailamos las flores que, en primavera, crecieron en el lugar del seísmo. El año anterior a este seminario había ocurrido la catástrofe de Fukushima: once de marzo de 2011…

Recuerdo que Atsushi nos contó una historia: cómo dió un taller para niños que sobrevivieron a la tragedia (y habían quedado huérfanos); cómo bailaban sus sentimientos; cómo el lugar estaba lleno de flores de todos los colores: los espíritus de los muertos que seguían acompañando a los vivos y sanando el lugar.

Fue en 2011, hace cuatro años atrás.

Júlia escribió “El Espíritu de las Aguas” en ese entonces. El poema se escribió a través de ella, y cobró forma de pieza de teatro Noh. Así fue concebida esta poesía honda, bella, que habla de un tsunami, de un alfarero que busca a su esposa desaparecida, de la vida, la muerte, el amor, el milagro: territorios de encuentro entre luz y sombra.

Estamos en mayo de 2015.

Llevamos cuatro funciones poniendo esta obra en escena, para el público. Entre el miércoles 20, y el jueves 21 de mayo, haremos cuatro funciones más.

Nunca pensé que lo bailado con Atsushi, en aquel seminario de 2012, se pusiera de manifiesto tres años después. Pero la vida es inmensa… Y los milagros, también.

En ocho funciones estamos mostrando un trabajo que arranca en 2011, y que se inspira en el espacio y el tiempo de diferentes maneras para nosotras tres: Júlia, Ruth y yo.

Encontrarnos para trabajar la propuesta durante este año ha sido una alegría, un regalo de la vida. Todo el proceso de creación ha sido (sigue siendo), poderoso y enriquecedor. Ruth ha filmado un mar que danza, ha creado un espacio escénico cargado de tanta fuerza, sencillez y sutileza como su pintura.
La obra está creada por nosotras y por más gente que, de muchas maneras nos han apoyado para llevarla adelante. No deja de ser, pues, un trabajo coral, como casi todo en este mundo. Y ésta es la maravilla: narrar con la voz de muchos, bailar con el movimiento del otro; crear teniendo en cuenta los tejidos que trenzan momentos, situaciones, silencios. Así, la creación, es un proceso presente e histórico que contiene los mundos visibles y los invisibles.
En abril de 2015 ocurrió un terremoto en Nepal…

Los seísmos de fuera, los de dentro; la fragilidad y la fuerza: vivos y muertos conviviendo.

El Espíritu de las Aguas es un homenaje a la Tierra, a sus elementos, a la humanidad, a todos los que viven y vivieron la tragedia. Es un homenaje y un recuerdo, una memoria pasada por el corazón, bien dentro.

Can Canyamars, 19 de mayo de 2015.
(Sigue lloviendo).

“El espíritu de las aguas”

Poesía escénica. Representación teatral de un poema dramático.
Pieza breve inspirada en el teatro Noh, el arte oriental y la danza butoh.

Dramaturgia: Júlia Bel
Espacio escénico: Ruth Castilla Mora
Coreografía: Dinorah Arrillaga

Últimas funciones

Miércoles 20 de mayo.
Dos funciones: a las 20 y 21h
(Programadas como parte de BARRIBROSSA 2015 )

Jueves 21 de mayo.
Dos funciones: a las 20 y 21h

Lugar

Espai Ku
C/ Canvis Nous, 1, 08002
El Born (Barcelona)