El acompañamiento del otro: una reflexión sobre mi trabajo

imagen: Dinorah

 

Hay un canto, por debajo de nuestras vidas, que va guiando nuestro camino y, a veces, nos lleva a vivir experiencias inesperadas y únicas.
Algo así me sucedió cuando comencé a enamorarme de la kinesiología. Es cierto que ya venía formándome en estudios que me llamaban la atención, como la naturopatía; pero fue conocer la kinesiología y algo muy “creativo” se abrió en mí.
Cuando la estudiaba no sabía muy bien a dónde iba a llegar; mucho menos imaginaba que abriría una consulta y me dedicaría a ella. Pero como dice el cuento, “todo lo que tiene que suceder acaba sucediendo”, y de manera orgánica comencé a hacer muchas prácticas, a formarme en la escucha del otro, a aprender acompañando, hasta que supe que ya podía abrir mi consulta. Desde entonces han pasado años y he aprendido muchas cosas: que la práctica sostenida en el tiempo da oficio, veteranía, solidez, seriedad; que escuchar al otro (desde el silencio y una disposición a acoger sin juzgar) es un aprendizaje hondo que me lleva a entender “lo humano” desde muy adentro y, sobre todo, es un honor; que poder brindar herramientas para que el camino del otro sea más benigno, o más aceptado, o sanado, o entendido, es algo que me sigue asombrando y que, cada día, agradezco.
Semana tras semana acompaño, en consulta privada, emociones, inquietudes, dolores, alegrías, preguntas, respuestas, profundidades del otro, y mi aprendizaje cada semana, crece.
Me resulta increíble, y maravilloso, cuando pienso cuánta gente ha pasado, y sigue pasando, por mi consulta, en todos estos años; a cuánta gente he acompañado en la intimidad de un encuentro cuidado, protegido, sensible, para dar respuesta a algo interior que busca, que tiene una inquietud; para ayudar a sanar una herida profunda; para crecer. Acompañar el desconsuelo, lo que duele o escuece porque somos seres humanos y estamos vivos. Ahora mismo, mientras escribo estas palabras, me emociono.
Éste es mi trabajo, mi práctica, mi arte, mi oficio. Y doy las gracias.

En Barcelona paso visitas presenciales los jueves y viernes.
El resto de la semana hago visitas on-line.
whatsapp, telegram, quicksy (xmpp): +34 635 62 55 17

 

imagen: Dinorah

 

Las imágenes:
Fotos tomadas de una parte del espacio de consulta en Barcelona

 

 

Trabajo interior, trabajo simbólico (a través del cuento)

 

 

Cuando en mi espacio de consulta trabajamos con un cuento, entramos en esa historia con calma. Todo lo que conforma el cuento, los personajes, los paisajes, los objetos, son un espejo que nos refleja. Lo que suelo recomendar es que el cuento sea leído en voz alta. De esta forma le damos voz a la historia, le damos cuerpo, y y ella comienza a moverse en nosotros; se dinamiza, acciona.

De esta manera no solo empezamos a entender el cuento desde la mente, también comenzamos a sentirlo desde nuestra corporeidad. “Darle cuerpo al cuento” es encarnarlo de alguna manera. Podemos entrar en esa historia a través de una lectura silenciosa, sí, y está muy bien, solo que cuando comenzamos a narrarla en voz alta algo cambia de manera fundamental ya que el narrar no es un acto solitario, aunque estemos solos, siempre estamos contando para alguien o algo más.

Nuestra voz llena el espacio y el símbolo se mueve de otra manera, nos abre memorias, nos empieza a contar cosas y, si sabemos escuchar, empezamos a entablar un diálogo con todo eso que está en el cuento. Podemos hacerle preguntas y podemos crear, de muchas maneras diversas, a partir de las respuestas y de esa conversación sostenida en el tiempo cuento (que es el tiempo del inconsciente, de entrar en otro lugar de nosotros), de ponerle voz a esos personajes que nos habitan y que necesitan expresar y ser escuchados. Es en este momento que puedo ofrecer diferentes herramientas y propuestas para ir enriqueciendo este diálogo, hacer que florezca, cobre fuerza y presencia.

Entrar en este lugar interior merece tranquilidad, cuidado, escucha; requiere, por nuestra parte, una actitud curiosa, abierta, dispuesta a acoger eso que vamos viviendo a través del trabajo que vamos haciendo. Porque no deja de tratarse de una vivencia…
Es trabajo, es un ejercicio, es un juego. Sobre todo juego que nos permite llegar a esencias antiguas y nos llena de entusiasmo. Y el entusiasmo es fundamental: a través de él el juego se va desarrollando, volviéndose más y más creativo.

Puede ser muy movilizante, se pueden abrir memorias, recuerdos de sueños, fantasías, imaginaciones; surgen sensaciones, sentimientos diversos, emociones; podemos tener fogonazos de entendimiento, de aceptación; y muchas veces, a partir de todo esto, llegamos a lugares de auténtica alegría al encontrar algo muy valioso para nosotros que no sabíamos que estaba vivo en nuestro interior. Podemos encontrar algo que nos llene de redención, de fe; que nos quite un peso antiguo; que nos devuelva la inocencia; que nos de el cetro para convertirnos en soberanos de nosotros mismos.

Es un ejercicio de encuentro profundo con uno. De integración de energías que, al estar en la sombra, no dejamos emerger, y que cuando las iluminamos se vuelven “amigas” o “maestras” y nos permiten lograr mayores espacios de libertad y riqueza interior. Y todo esto, tan hondo, se va plasmando poco a poco en nuestro mundo exterior permitiéndonos llegar a realizarnos en nuestra vida.

Esta es la belleza y la promesa del trabajo de exploración del mundo interior. Ese lugar nuestro poblado por distintos personajes, paisajes, energías, que están en la oscuridad; ese mundo al que llegamos a través de lo simbólico; y cuando empezamos a desplegar el símbolo (sabiendo que tiene múltiples significados) descubrimos que tenemos que ser pacientes y respirarlo para poder sentir en nosotros cómo todo ese potencial comienza a abrirse, cómo algo en nosotros cambia y cómo ya estamos preparados para acogerlo y vivirlo con plenitud.

Es un camino, un arte, un viaje; un encuentro con el alma, con lo espiritual que nos habita; un recuerdo de sí.

Te acompaño en el viaje…

Kinesiología emocional; cuentos, mitos, leyendas; la mirada a lo onírico, a las imágenes internas.

 

Sesiones de acompañamiento emocional con kinesiología
Concertar visita on-line o presencial (Barcelona – Mataró)

dinorah@atravesdelcuento.es
whatsapp, telegram, quicksy(xmpp): +34 635 62 55 17

 

 

 

 

20 de febrero de 2022: Círculo de Cuentos on-line

Todas las imágenes que acompañan esta entrada son diferentes miradas a un dibujo de Irene, mi hija, de hace mucho, mucho tiempo atrás… Me enternece encontrar dibujos suyos entre las páginas de mis libros; y esta «Casa al costado del camino» (camino mar, en este caso), dibujada por ella, me ha llevado de viaje, ha abierto memorias, me ha hecho reír, me ha emocionado.

 

 

Me encanta ese super brazo que pesca desde dentro de la casa; ese mar, esos peces; la luna… Ese precioso misterio de su mundo interno infantil asomándose a este dibujo que, viéndolo ahora, a la distancia de varios años, contiene algo premonitorio. Imágenes, profundas, de dejarse ir con una historia. Una historia que se cuenta desde dentro. Como sucede en todos los viejos cuentos: sus imágenes nos habitan, nos calan, se hacen cuerpo en nosotros, y es en nuestro cuerpo donde van creciendo.

Las fotos las sacó Agustina, mi sobrina, @ari.novic

Este 20 de febrero de 2022, la Casa al costado del camino albergará un nuevo Círculo de Cuentos on-line, para todos los viajeros de historias que andan en tránsito.

 

Círculo de Cuentos On-line
Fecha: 20 de febrero de 2022
Horario: de 19 a 20.30h (España)
Precio: 15 euros

 

Si te interesa participar escríbeme:
dinorah@atravesdelcuento.es, o por mensaje privado Instagram o Messenger.

Gracias.
¡Salud y Cuentos de Hadas!

Live del día 11 de enero de 2022 con «Ama kine»

Aquí dejo la entrevista que me hizo Meritexell Balagué (@la.sastreria.dels.somnis) para «Ama Kine» (@amakinesiologia), una plataforma de difusión de kinesiología y del trabajo de la gente que nos dedicamos a ella.

Disfruté mucho de esta conversación. Me sentí muy cómoda con Meritxell. Me reí mucho, porque «algo» en la conexión con ella me hacía bien, me daba alegría.
Hemos hablado de kinesiología, de cuentos, de aprendizajes de la vida, de maneras de acompañar a otros; de sensaciones, reflexiones, círculos de cuentos; de algún proyecto, por ejemplo, de Kine y Cuentos, o Mito Cotidiano… Fue un rato precioso, la verdad.

La grabación, a veces, tiene algún problema de sonido, sin embargo se puede seguir bien.

Aquí queda, como testigo de algo, no sé bien de qué, aunque tal vez lo intuyo.

Gracias Meritxell 🙏

La imagen de la portada del vídeo es de John Bauer, «Into the Wide World» (1907)

¡Salud y Cuentos de Hadas!