Lo simbólico (Reflexiones sobre mi trabajo en consulta)

Es muy jovencita (tiene unos diez años), movediza, despierta, inteligente: pura vida. Está acostada en la camilla, la voy testando. No es la primera vez que nos encontramos en consulta y cada encuentro ha sido una belleza. Nos comunicamos bien.

Le cuento acerca de Hansel y Gretel (no recuerdo por qué este cuento viene a colación en la sesión). En cuanto le nombro el cuento ella se apasiona y comienza a narrármelo. Es una delicia escuchar su versión de la historia.
En «su cuento» Gretel es mayor que Hansel y resuelve muchas cosas (ella, la niña en la camilla, es la mayor de dos hermanos). Cuando termina de contarme la historia le cuento mi cuento: Hansel es quien comienza salvando a Gretel, hasta el momento en que la misma Gretel echa a la bruja al fuego.
Me mira asombrada. Dice que mi cuento es diferente al suyo.

Me fascina cuánta información emerge a partir de los cuentos. Pasa lo mismo con adultos, no solo con niños.
Suelo testar a partir de las imágenes simbólicas que han movido algo especial en la persona que está en consulta. Estas imágenes son puertas de entrada para afinar el trabajo; traen una información exquisita. O pueden ser correcciones en sí mismas.

Después del cuento le pido que cree una historia a partir de ciertos elementos. Es necesario que tenga un final feliz. El viaje que cuenta la historia sirve para amplificar lo que hemos tratado en la consulta y darle un espacio físico a lo simbólico a través de la escritura, de la lectura en voz alta del texto (por ejemplo) y, muchas veces, de dibujos.

Los cuentos creados por ella son pura maravilla.

Hoy por la mañana me quedé absorta mirando una libélula dorada que adornaba a una mujer. La visión, en ese momento, fue un símbolo para mí.
Hace un rato mientras escribía acerca de la niña, recordé que me regaló un colgante que llevaba consigo: una libélula. Me emociono… Lo llevo puesto.
Recuerdos, sueños, cuentos, todo junto, moviéndose. El símbolo. La poesía de la vida, siempre.

Los cuentos creados por ella son pura maravilla.

 

 

 

Imágenes: fotos mías y una ilustración de Arthur Rackham (Hansel y Gretel).

¡Salud y Cuentos de Hadas!

Las Tierras Verdes

Imágenes:
Tierras Verdes de Islandia: fotografías que tomé en un viaje que hice a ese lugar.
Imagen de «El salmón de la sabiduría», del mito de Fionn mac Cumhaill

 

1 Vuelvo a soñar con las “Tierras Verdes”
2 Esta vez el sueño transcurre en Irlanda
3 Una cabaña en un verde campo irlandés: mi casa
4 Casi siempre mis Tierras Verdes son Islandia
5 Me espera un cambio
6 Hace dos días soñé que alguien me obsequiaba un enorme salmón asado
Un salmón salvaje
De él comíamos mi hija y yo. Era inacabable.
Probábamos su carne delicada y crujiente, qué placer, qué emoción
Comíamos con cuidado y deleite, casi con devoción
7 Ahora, en vigilia, pienso en el salmón de mi sueño como “El Salmón”
8 Y recuerdo mitos y cuentos:
El Rey Pescador, Perceval, Fionn mac Cumhaill…
9 Me espera un cambio, lo sé.

 

Cuentos y sueños…

En mi camino de trabajo interior existe un cruce entre sueño y cuento. Mis sueños nocturnos suelen mostrarme símbolos que provienen de mitos, cuentos, leyendas. Suele haber una alusión a ellos (me refiero a los cuentos), un guiño, pistas para que vaya adentrándome en el sueño con confianza. Cuando despierto y recuerdo lo soñado no puedo dejar de sentirme asombrada y maravillada. Me siento transportada a un lugar de poesía que refleja la sabiduría, y el humor, de Dios. Así lo vivo, así lo entiendo.

Desde hace unos cuantos días mis sueños nocturnos me están mostrando algo profundo. Se entrelazan a través de símbolos universales y también de símbolos propios.
Mis últimos sueños, unidos entre sí, me están contando un cuento único, muy simbólico y con múltiples significados. Y también se enlazan con sueños de diciembre de 2023 y de un período de mi vida entre agosto y diciembre de 2018. Me resulta fascinante ver el despliegue del cuento y el sueño. Tramas arquetípicas, referencias a mitologías, generalmente nórdicas, y algunos viajes a lugares árabes.

En este trabajo, o ejercicio interior, de integrar lo onírico y el cuento en mí a través del símbolo, me toca escribir un cuento. Es lo que suelo hacer cuando el tema me empieza a fascinar, y a asaltar a través de símbolos, durante mis horas de vigilia.

Desde que tuve el sueño con El Salmón, veo peces en lugares diversos: pintados en la calle, en coches, en casas… El símbolo, visto de día, parece llamarme y seguir contándome el cuento/sueño de la noche. Cuando sigo las pistas llego a lugares nuevos de mí y aprendo y crezco. Y todo este proceso lo voy transformando en escritura: en cuentos, en poesía, en breves ensayos. Y también en dibujos.

Esta forma de trabajar la aplico a mis talleres de cuentos, a mis acompañamientos emocionales en sesiones de consulta… Y no dejo de sorprenderme con los resultados.
La vida es grande y al entrar en nuestros propios cuentos se vuelve más rica; podemos disfrutarla como la aventura que es y, algo que para mí es muy importante, aprender a tener a fe, a creer, a sentir, a lograr una cohesión interna poderosa, a estar más vivos.

Hay una nutrición espiritual que llega desde estos espacios del inconsciente. Desde lo mitológico y lo onírico; desde la visión y la imaginación. Escuchar y ver las imágenes de sueños y cuentos nos aporta mayor fluidez, un dejar que las cosas se vayan moviendo guiados por algo más grande que nosotros mismos. Es aprender a soltar el control y, sin embargo, estar abiertos a recibir el regalo que nos llega, por ejemplo, en forma de sucesos sincrónicos, o a través de tener más energía a nuestra disposición, o volviéndonos mucho más creativos en nuestro día a día…

Dejar que el sueño nos cuente, permitir que el cuento nos sueñe: aprender a escuchar a nuestra alma.

 

 

Ciclo de Cuentos Iniciáticos Femeninos

1  Intento hablar de lo femenino y me sobreviene un silencio casi místico, cueva profunda, agua subterránea. En esa oscuridad está Dios. Ese lugar acoge todos los tiempos (y tal vez sea el tiempo mismo).

2  Mi naturaleza de mujer, con todos sus ciclos; mi cuerpo que concibió vida y dio a luz, y que sigue concibiendo y dando a luz…

3  Acoger, recepcionar, entregar; echar raíz; crear casa.

4  Una vez, siendo pequeña entré en el bosque y encontré al lobo.

Otra vez, siendo más grande, volvía a entrar en el bosque y, sí, estaba el lobo.

6  En algún momento caminé años para salvar el amor perdido, ¿u olvidado?, y todo el camino fueron pruebas.

7  Andar con sombreros y zapatos de hierro hasta gastarlos. Preguntar a la Baba Yaga acerca del fuego y consultar, siguiendo un sueño, a la Ondina de la montaña

8  Descubrí que Eros se escondía en casa de su madre.
Volver a encontrarlo en un sueño de casi muerte

9  Tocar el Cielo, una vez más, tocar el Cielo…

10  La naturaleza sana el alma

Iniciaciones femeninas: todas ellas contadas sabiamente en cuentos tradicionales para hombres y mujeres.
Lo Femenino, que vive dentro de nosotros, en nuestro corazón y que tal vez sea el tiempo y la forma del mundo.
O todo este mundo, quién sabe.

 

 

Cuentos Iniciáticos Femeninos

Ciclo de cuatro talleres de dos horas cada uno en formatos on-line y presencial

 

On-line
Marzo 6, 13, 20 y 27
Horario: 20 a 22h
Precio: 80 euros

Presencial (Barcelona)
Marzo: 8, 15, 22
Abril: 5
Horario: 19 a 21h
Dirección: C/ Pelai 12
Precio: 80 euros

Se pueden tomar talleres sueltos
(25 euros cada taller)

 

Reservas:
dinorah@atravesdelcuento.es
whatsapp, telegram, quicksy (xmpp): +34 635 62 55 17

¡Salud y Cuentos de Hadas!

Random del Calendario de Círculos de Cuentos on-line

Ayer conté cuentos en “El racó de l’ experiència” de Can Trias, en Viladecavalls. Fue un encuentro íntimo, cercano, humano. Antes de que comenzara a narrar, las mujeres que estaban reunidas allí fueron hablando de sus cosas, de la vida, de lo cotidiano. Comentaron sus edades con orgullo: algunas de ellas se están acercando a los noventa años. Mujeres espléndidas, llenas de fuerza y de amor.
También hablaron de comidas.

La anciana madre del cuento de hadas, sentada a mi lado, escuchaba las recetas y las maneras de prepararlas: “migas” (hechas con pan, y no con harina), los acompañamientos de carnes y pescados; los bocadillos, para hijos, nietos y vecinos, hechos con pimientos pasados por la plancha, el jamón un poco cocinado, el bacon; las tortillas, los melones, los chorizos…
Después de los cuentos llegamos a los tejidos, la costura, las manos que crean. Pura delicia.

La anciana madre del cuento de hadas no perdía palabra. Me dijo que en los próximos encuentros, además de la sopa nutritiva que hace siempre en su caldero, hará “migas”, horneará pasteles y creará bocadillos exquisitos.

Me interpeló:
-¿Por qué últimamente nos encontramos al aire libre y no en la casa? -me dijo.
-No sé, madre, no sé por qué -le contesté.
-Bueno, el próximo encuentro lo haremos dentro, en la casa al costado del camino. Estamos en invierno, toca volver al hogar -dijo.
Y así será.

Casa al costado del camino con los círculos de cuentos on-line
(y el caldero, el té, “las migas”, los bocadillos, la costura y todo lo demás)

 

Calendario de Círculos de Cuentos on-line
Primer trimestre de 2024

Domingos:
21 de enero, 18 de febrero, 17 de marzo

Horario:
17 a 20h (España)

Precio: 30 euros cada encuentro
70 euros (si reservas los tres encuentros antes del 2o de enero)

 

 

Ayer no sacamos fotos del encuentro. Las fotos que comparto las tomó Queralt Ramos en el último Círculo de Cuentos Presencial del Solsticio: un encuentro hermoso.

El afiche lo hizo René Creus.
Gracias Rebecca Barros, Samuel Sàez, Cristina Vilà y Yolanda.

¡Salud y Cuentos de Hadas!