Dos por uno

Cosas

1 Demasiado cansada para conducir.
2 Un señor parecido a Jung, toma un café.
3 Un hombre joven habla con pedantería. Dice tacos.
4 Me asombro.
5 El bocadillo de formatge está riquísimo.
6 El hombre joven y el camarero hablan acerca de cansancio al conducir; de dormirse conduciendo.
7 Dios está en los detalles.
8 Mantengo una conversación agradable con alguien bondadoso.
9 Este rincón, hoy, es mi oficina matutina.
10 Preparo un cuento de los hermanos Grimm: se acerca el Círculo del domingo.
11 Los parroquianos hablan de fútbol. Me gusta este lugar.
12 Me voy despertando…
13 Recuerdos:
Big Fish
Ciertos días de 2019
Un café de Montevideo
Un autobús que se aleja
Un amigo querido
14 El cielo está azul y sin chemtrails a la vista.

 

 

Ayer

Las ranas en los cuentos a veces son príncipes, otras, princesas. Y aunque se las encuentra en charcas y pantanos, terminan viviendo en palacios. El croar de la rana es una llamada, un mensaje del cambio que se avecina. La rana es, al decir de Joseph Campbell, el mensajero de la aventura. El destino, a salto de rana, se acerca a nosotros de manera ineludible, aunque intentemos escondernos en la seguridad de nuestra casa. El cambio llega. Lo podemos retrasar, pero no es conveniente quedarse demasiado tiempo sin traspasar el umbral.

Ayer nuestro guía en el círculo fue «El rey rana o Enrique el fiel», el imponente y extraño cuento con el que los hermanos Grimm inician su colección de cuentos recopilados. Una historia en apariencia sencilla que, como todos los cuentos, guarda grandes secretos y enseñanzas. Un verdadero cofre de joyas…

En el Círculo de Cuentos de ayer narramos dos versiones de esta historia. Una de ellas, la primera versión de los hermanos Grimm, del año 1812, silvestre y rotunda; la otra, es la versión definitiva: más poética, apaciguadora y, sin embargo, también hermosa.

Fue un auténtico placer compartir, ahondar, escuchar, pensar y reflexionar, con todas las personas que asistieron a este curioso círculo que abarcó lugares y circunstancias diferentes y maravillosas. Un trabajo intenso, profundo y, desde mi sentir, precioso.

Muchas gracias.

Seguimos andando…

El próximo Círculo de Cuentos on-line será el 18 de junio, de 17 a 20h.

 

Arthur Rackham
Arthur Rackham

 

¡Salud y Cuentos de Hadas!

Domingo 28 de mayo de 2023: Nuevo Círculo de Cuentos on-line

Arthur Rackham
Arthur Rackham

 

Una vez más volvemos a reunirnos en el lugar sin lugar del cuento de maravillas. En el claro del bosque, encenderemos el fuego: allí estará la anciana madre del cuento de hadas preparando el alimento… Y contaremos el cuento…

En estos Círculos viajamos al símbolo a través de una narración. Un cuento por sesión, que a veces se amplifica en otros cuentos, es la llave para abrir la propuesta de cada uno de estos encuentros: una exploración interior; un trabajo con el símbolo y lo arquetípico; un momento para comunicar, escribir, reflexionar e incorporar algo rico y nuevo a nuestras vidas cotidianas.

Cuando entramos en un cuento maravilloso nos abrimos al milagro. Las imágenes de la historia nos calan hondo y le hablan a esa parte “niña” que llevamos en nuestro corazón. Es en ese lugar, inocente y abierto, precioso y sabio, donde ocurre la magia: nos damos permiso para ver, sentir, pensar y vibrar desde otra perspectiva. El cotidiano queda suspendido mientras viajamos en el tiempo cuento; nos damos permiso para estar livianos. Y cuando volvemos, al decir de Tolkien, del “país peligroso y sus oscuras fronteras”, algo ha cambiado en nosotros: hemos vivido una experiencia maravillosa y transformadora.

 

Arthur Rackham
Arthur Rackham

 

Círculo de Cuentos on-line
Fecha: 28 de mayo de 2023
Horario: 17 a 20h (España)
Precio: 30 euros

Inscripciones:
dinorah@atravesdelcuento.es
whatsapp, telegram, quicksy (xmpp): +34 635 62 55 17

 

Si te anotas , antes del 26 de mayo, a las tres fechas del trimestre
(28 de mayo, 18 de junio, 22 de julio) pagarás 60 euros en total.

Las imágenes: ilustraciones de Arthur Rackham

¡Salud y Cuentos de Hadas!

 

Arthur Rackham
Arthur Rackham

Un inicio

 

 

Hace rato que viene pasando un ángel. El silencio está durando siglos. Hoy, entre las hortensias, encontré una pluma grande, blanca, brillante. La toqué con suavidad y en ese contacto comencé a enamorarme: toda la criatura angelical estaba presente en ella. Cuánta belleza… No pude dejar de sentir cierta nostalgia, seguramente un eco del paraíso perdido. Mi paraíso perdido, el antiguo, el de la niñez más temprana. Con la pluma en la mano fui dejando que el silencio de siglos me atravesara.
El paraíso de aquel entonces era mamá, papá, la gente querida; el perro, el gato, las flores del jardín. El espacio familiar era, para mí, el refugio dorado, el calor del sol, la cueva donde el lobo no podía entrar. El lobo estaba en otro lugar, presentido, sí, pero un poco lejano. Sin embargo ese lugar llamaba, invitaba. Algún día aceptaría esa invitación y saldría al camino; me iría de viaje; llegaría a lugares nuevos y extraños; viviría aventuras inesperadas. Como les pasaba a los protagonistas de los cuentos que me contaban mis mayores: historias maravillosas con finales hermosos, donde el héroe y la heroína andaban el camino, afrontaban peligros y, movidos por su fe, lograban su cometido.
Algún día…

El cielo está claro y en un jardín oculto está llegando el otoño.
Hace rato que viene pasando un ángel.
Ojalá se quede para siempre.

 

 

 

Ángeles y gabardinas

 

(Entrada del 10/08/22 en redes que no ha sido publicada previamente en la web)

 

Hace tres días soñé con mi abuelo Salomón. Me quedé tan contenta de verle, que me desperté.
En el sueño, alguien me estaba dando la mano. Yo pensaba: esta mano la conozco, ¿pero de quién es?
Y entonces vi a mi abuelo… Precioso, luminoso; llevaba puesta una gabardina beige, y me daba la mano. Pensé que se parecía a uno de esos ángeles de la película de Wim Wenders, «Cielo sobre Berlín», que llevan largos abrigos y están por la ciudad cuidando de todos.
En esa película, Peter Falk (el detective Columbo, que solía llevar gabardina), es un ángel que ha decidido vivir entre los humanos. La gabardina de mi abuelo era un puente entre los ángeles (él, mi abuelo, como ángel), y el recuerdo de otra gabardina, la de mi padre, que me encantaba usar cuando yo era muy joven.
Mientras me iba despertando supe, con extraordinaria certeza, que en sueños, suelo ver a mi abuelo muy seguido, y que después lo olvido.
El sueño me contó esto. Y más cosas.

Los sueños como mensajeros del espíritu, que narran algo que está al otro lado del velo. Misteriosos y cotidianos. Poesía en estado puro.

Le conté a Leila, mi mamá, este sueño. Ella me dijo que mi abuelo me estaba cuidando y, sin yo decirle nada, me recordó cuánto usé la gabardina de mi padre cuando estaba saliendo de mi adolescencia.

Hoy es diez de agosto de 2022, fecha de cumpleaños de mi tío Ale (Alí), que se fue al otro lado hace tiempo. Me acabo de dar cuenta de este hecho mientras escribo, con la idea de hacer público, este aspecto íntimo de mi vida. Nada es porque sí, aquí hay algo. Y tiene que ver con el corazón, con Recordar, con el amor, con el camino que lo atraviesa.
El tiempo lo dirá.

Insh’ Allah