En siete estaciones llegaré a mi destino: la casa de mi abuela.
Subo al metro. Atravieso un vagón bien iluminado, con pocos pasajeros, todos sentados. Me acomodo en un asiento, levanto la vista y me topo con los ojos del que va frente a mí. La mirada fugaz dura lo que un parpadeo. Mejor así: no es bueno detenerse en los ojos de un androide biológico de última generación. Suelen ser atractivos, encantadores. Y cuando te tienen en su poder descubres su naturaleza criminal. Lo mejor es pasar de ellos. No darles entrada.
Me giro, pues siento la presencia de otro androide. Allí está: sentado entre un zombie y un vampiro. Variopinto el metro, eso sí. Al otro lado del pasillo, un búho con gafas pequeñas, se inclina sobre un libro. Se le ha caído una plumita. Una gata preciosa se pinta los labios. El vampiro la mira. El zombie no. Por el rabillo del ojo percibo a un ciervo joven, calmo. Mi corazón se reconforta.
Apoyo mi cabeza en el cristal de la ventanilla, qué ganas de ver a mi abuela. Me vuelve a asaltar la duda que ha marcado mis pasos desde que salí de casa: ¿traigo todo lo que me ha pedido? Nuevo repaso mental de la lista…
1 tinto riojano (le llevo dos,
más un Ribera del Duero de regalo )
Té de rosas
Mi famosa tarta de chocolate
Manzanas ecológicas
Agua de manantial
Sí, está todo. ¡Qué alivio!
Tiro hacia atrás mi caperuza roja, cojo una manzana de mi cestita, le doy un bocado.
En pocos minutos estaré en casa de mi abuelita. Por suerte, ningún lobo a la vista.
…..
Nota: este cuento lo publiqué por primera vez en mi blog dinorahoy y forma parte de mi juego propio con los cuentos antiguos, por eso me parece importante volver a publicarlo aquí. Para mí, Caperucita,su madre, su abuela, el lobo, el cazador, y ese bosque tan poderoso, son todos personajes muy interesantes para trabajarlos y aprender con ellos.
El estado de claridad.
La creación mas pura en auto referencia.
?????
Gracias, Eva!
Dinorah! quin conte més màgic! m’ha encantat!! 🙂
Marta, gracies per comentar. Una abraçada gran!