15 de septiembre de 2019, cuentos en Espai Ku

«Ve hacia dónde, no sé adónde; trae una cosa, no sé qué cosa»

 
Magia, transformaciones, reinos lejanos, animales que hablan, sabiduría y eros, la vida misma contada a través de las palabras de cuentos populares.

 
Un trabajo de narración oral a cargo de Dinorah Arrillaga.
 


Ilustración «The mummers» de Rima Staines

 
Fecha:  15 de septiembre de 2019
Hora:  19h
Lugar:  Espai Ku  (C/ Canvis Nous 1, Born, Barcelona)
Reservas:  espaiku@gmail.com

Para público a partir de 10 años de edad.

Taquilla inversa.

 

Reflexiones

Durante esta semana, en mi trabajo como kinesióloga emocional, narré, sugerí, “receté”, los siguientes cuentos tanto para adultos como para niños: “El Pájaro de Oro”, “Basilisa la Bella”, “Blancanieves”, “La cuidadora de gansos”, “Las tres plumas”, “La bruja Yagá” y la leyenda celta de la reina Meave.

El sábado, en una sesión de cuentos, narré tres antiguas historias, entre ellas una antiquísima versión de Caperucita Roja. La sesión estaba dirigida a un público a partir de los once años de edad y en ella, a partir de las narraciones, hablamos de símbolos, de arquetipos, de cómo los cuentos se repiten y cómo aparecen los mismos temas y motivos en distintos y distantes lugares de la Tierra.

A lo largo de la historia occidental los viejos cuentos populares han sido perseguidos muchas, muchas veces, precisamente porque no se dejan domesticar, ni apresar; son salvajes, provienen del inconsciente colectivo y el inconsciente es naturaleza en estado puro. Por eso estos cuentos no se pueden censurar, cercenar, demonizar y prohibir, es imposible hacerlo, siempre emergerán. Aunque nunca los hayamos escuchado, leído, o narrado, mientras seamos seres humanos, en algún momento de nuestra vida nos pasará que, una niña entrará en el bosque con un pan bajo el brazo y una jarra de leche en la mano y se encontrará con un lobo; un príncipe irá en busca de una pluma que su padre, el rey, ha soplado al viento para encontrar un nuevo sucesor del trono; una princesa se pinchará con un uso y caerá dormida; un hermano menor saldrá a buscar al pájaro de oro; una princesa rescatará a un príncipe que ha caído bajo el sueño de un hechizo, y el cuento comenzará a contarse encarnado en nuestra propia vida, nos narrará y nosotros tendremos que narrarlo para contarles a los que vendrán que todo esto forma parte de la vida y del misterio de ser humano en este mundo tan extraño y fascinante.
 

 

Los llamados “Cuentos populares”, “Cuentos de Hadas”, “Cuentos de Maravillas”, son obras literarias. Son arte. Y, por esta razón, entender un cuento antiguo de manera “literal” es reducirlo mucho; lo mismo sucede si sólo nos quedamos con lo metafórico; incluso, si nos dedicamos a interpretarlo sólo desde lo arquetípico y lo simbólico podemos correr el mismo riesgo. Los cuentos antiguos, como obras de arte, nos cuentan lo obvio y lo escondido; nos ponen frente a nosotros mismos como un espejo, y sus “puntos de fuga” nos llevan al infinito, al misterio y después de vuelta a nosotros mismos, o al revés, quién sabe. Es por eso que no somos nosotros quienes contamos el cuento, sino que es el cuento quien nos cuenta a nosotros. Respirar el cuento, dejarnos habitar por sus imágenes nos lleva lejos, a ese reino muy, muy lejano, a ese tiempo sin tiempo, donde algo nos narra como humanos en este mundo.

Caperucita, por ejemplo, es un cuento que en diferentes momentos de mi vida me ha ido contando cosas distintas que yo he ido entendiendo en función del momento vital por el que iba atravesando. Supongo que por esto también los llamamos “Cuentos clásicos”: porque son atemporales y nos transitan en distintos momentos de nuestra vida enriqueciéndonos con sus enseñanzas.

Volviendo a Caperucita, digo que necesito experienciarla: la escribo, me inspira, la recreo, la cuento y crezco a partir de ella. Me pasa lo mismo con otros cuentos, como Juan de Hierro o Blancanieves. Son recurrentes en mi camino. Son fuente de inspiración, de alegría, de belleza, de conocimiento y, muchas veces, de sanación.

Todos, seamos hombres o mujeres, tenemos una Caperucita dentro y también un lobo, una abuela, un bosque, un cazador (si estamos en la versión de los hermanos Grimm), o unas lavanderas (si estamos en la antigua versión francesa). Porque más allá de que Caperucita pueda estar hablando de ese momento iniciático en el que las niñas nos convertimos en mujeres, más allá de la explicación de los peligros que puede acarrearnos la sexualidad y los “lobos” devora niñas, más allá de todo esto Caperucita narra una historia que sucede en nuestro interior y que tiene que ver con fuerzas naturales que nos viven, con lo masculino y lo femenino dentro de cada uno de nosotros, con nuestro inconsciente, con nuestra sombra, con nuestro eros, y con la cultura que creamos a partir de todo ello. Es un cuento importante, intenso, profundo, sabio y poético como todas estas viejas historias.

 

 

Si escuchamos estos cuentos siendo niños, y si no estamos adoctrinados o demasiado domesticados, nos vamos de viaje con ellos y, de manera intuitiva, entendemos la gran verdad narrada, sin más. El lobo nos asustará más o menos, tendremos necesidad de escapar de él o de ser devorados, haremos muchas preguntas y necesitaremos escuchar el cuento infinidad de veces hasta que algo, muy profundo, parece hacerse cargo de “algo” o se sosiega…y entonces pedimos otro cuento. Y de esta manera, el gran cuento, formado por todos los cuentos, se amplía, se desparrama, nos crece, nos habita fortaleciéndonos.

Y lo mismo nos sucede de mayores, siempre y cuando no estemos muy adoctrinados o demasiado domesticados. El cuento nos contará más cosas, se seguirá desplegando, nos seguirá nutriendo y dando vida.

Aquí cuelgo un vídeo, una auto filmación que forma parte de un proceso creativo mío a partir de Caperucita Roja; un divertimento que me ayuda a enriquecer mi propia experiencia “Caperucita” en este momento de mi vida.

Una Caperucita, ya mayor, vuelve al lugar donde estuvo la casa de su abuelita. Apenas quedan vestigios de la cabaña. En el viejo pozo, clausurado, aún resuena el agua. Esta Caperucita ya no lleva su capa. El rojo de la misma pervive en sus labios pintados y aún conserva la trenza de aquella época. Han pasado muchos años, sin embargo, hay un misterio en el ambiente, la sensación de que el lobo también ha vuelto a la casa devastada y que, escondido, acecha entre los arbustos.

Mientras escribo pienso en este viaje propio y cultural:

La antigua conciencia nutricia ya no está, como la abuelita de Caperucita, aunque sigue viva, escondida en las viejas historias; la fuente puede estar clausurada, aunque todavía tiene agua; Caperucita, a pesar de los años, necesita reencontrarse con la memoria; el lobo, una sombra, que todos creíamos muerto, continúa vivo y acecha escondido en el bosque…

¡Larga vida a los antiguos cuentos y que nos sigan contando por siempre jamás!

 

 

13 de abril de 2019 «Cuentos atrevidos» en Espai Hybris

El próximo sábado 13 de abril, a las 20h, en Espai Hybris, presentaré «Cuentos Atrevidos», mi nuevo trabajo escénico de narración oral a partir de cuentos de tiempos muy remotos donde lo maravilloso, lo simbólico y lo arquetípico, se ponen en movimiento a partir de las imágenes de estas preciosas historias pobladas de animales, hombres, mujeres, amor, sombra, bosque… Los viejos cuentos que siempre tienen tanto que contarnos.

«Atrévete a entrar en un tiempo sin tiempo, en un lugar sin lugar y a descubrir la magia, la locura, el erotismo y el humor de los antiguos cuentos de hadas. Una sesión de narración oral donde descubrirás cómo los cuentos antiguos pueden llevarte a un lugar nuevo a medio camino entre una fiesta y un espacio oscuro, entre un viaje a un mundo desconocido y un paseo por la plaza de tu pueblo.»

 

«La guardiana de los secretos» Ksenia Beliaeva

web de Ksenia Beliaeva
 

Cuentos Atrevidos
Una sesión de narración oral a cargo de Dinorah Arrillaga

Fecha: 13 de abril de 2019
Hora: 20h
Lugar: Espai Hybris
Dirección: Carrer de Rafael Campanals, 7 L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona
Público: A partir de 11 años
Precio: Taquilla inversa

 
 
 

11 de marzo de 2019, charla: «El missatge dels contes de fades»

El próximo lunes 11 de marzo, en el Centre Cultural Bellavista, de Les Franqueses del Vallès, daré una nueva charla sobre cuentos de hadas. La propuesta, que ha elaborado el propio centre, es preciosa: café y cuentos de hadas; hablar, compartir, reflexionar, expresar dudas, buscar respuestas, comunicar. En estas charlas suelen surgir preguntas en torno a las imágenes de los cuentos, a los contenidos «violentos», al «género»…y siempre hablamos de arquetipos, símbolos, inconsciente, poesía, belleza…De aprendizaje humano, de aprendizaje de vida, de eso hablamos.
 
«El missatge dels contes de fades»
 
Fecha: 11 de marzo de 2019
Hora: 17.30h
Lugar: Centre Cultural Bellavista
            Accés C/Navarra s/n
            Les Franqueses del Vallès, Bellavista. (08520)
 
Actividad gratuita, plazas limitadas.
Reservas: 938 405 780, martes y jueves de 10 a 13h
 
información de la charla