En mi interior vive una valiente Perséfone. Muchas, muchas veces Hades me rapta y me lleva a su mundo subterráneo. El mito toma carne en mi vida una y otra vez.
Con el tiempo he ido aprendiendo que Hades (Plutón) es un gran maestro. He aprendido a entrar y salir de su infierno. Cuando emerjo traigo regalos para todos. He aprendido que mis estadías en ese lugar profundo son aprendizajes para ser compartidos. Si no hiciera esto, si no compartiera, no habría redención para mí y estaría apropiándome de algo valioso que es, también, para los demás.
Es por esto que en consulta puedo acompañar, ver, entender, acoger y poner límite a la sombra del otro.
Conozco esos paisajes oscuros.
Es por eso que cuando trabajo con cuentos podemos entrar tan profundo, o volar tan alto.
Mi lámpara, mi hilo de Ariadna, son los mitos y los cuentos: iluminan el laberinto y me muestran el camino.
Sin embargo tengo muy claro que el camino de retorno se logra gracias a la Fe. Y la Fe es un don que se practica día a día.
Entrar y salir del infierno, traer regalos, aprender la Fe, es uno de mis trabajos en este plano de las formas.
Acerca de esto podría contar muchas cosas.