Es una hermosa tarde de lluvia. La naturaleza parece revivir bajo las gotas. Otro espíritu de las aguas, diferente al del poema, alienta el bosque y todo parece una fiesta.
Hace unos años atrás, en un seminario butoh de Atsushi Takenouchi, bailamos un tsunami. Teníamos que sentir en nosotros la fuerza del terremoto, dejarla salir en la danza. También bailamos las flores que, en primavera, crecieron en el lugar del seísmo. El año anterior a este seminario había ocurrido la catástrofe de Fukushima: once de marzo de 2011…
Recuerdo que Atsushi nos contó una historia: cómo dió un taller para niños que sobrevivieron a la tragedia (y habían quedado huérfanos); cómo bailaban sus sentimientos; cómo el lugar estaba lleno de flores de todos los colores: los espíritus de los muertos que seguían acompañando a los vivos y sanando el lugar.
Fue en 2011, hace cuatro años atrás.
Júlia escribió “El Espíritu de las Aguas” en ese entonces. El poema se escribió a través de ella, y cobró forma de pieza de teatro Noh. Así fue concebida esta poesía honda, bella, que habla de un tsunami, de un alfarero que busca a su esposa desaparecida, de la vida, la muerte, el amor, el milagro: territorios de encuentro entre luz y sombra.
Estamos en mayo de 2015.
Llevamos cuatro funciones poniendo esta obra en escena, para el público. Entre el miércoles 20, y el jueves 21 de mayo, haremos cuatro funciones más.
Nunca pensé que lo bailado con Atsushi, en aquel seminario de 2012, se pusiera de manifiesto tres años después. Pero la vida es inmensa… Y los milagros, también.
En ocho funciones estamos mostrando un trabajo que arranca en 2011, y que se inspira en el espacio y el tiempo de diferentes maneras para nosotras tres: Júlia, Ruth y yo.
Encontrarnos para trabajar la propuesta durante este año ha sido una alegría, un regalo de la vida. Todo el proceso de creación ha sido (sigue siendo), poderoso y enriquecedor. Ruth ha filmado un mar que danza, ha creado un espacio escénico cargado de tanta fuerza, sencillez y sutileza como su pintura.
La obra está creada por nosotras y por más gente que, de muchas maneras nos han apoyado para llevarla adelante. No deja de ser, pues, un trabajo coral, como casi todo en este mundo. Y ésta es la maravilla: narrar con la voz de muchos, bailar con el movimiento del otro; crear teniendo en cuenta los tejidos que trenzan momentos, situaciones, silencios. Así, la creación, es un proceso presente e histórico que contiene los mundos visibles y los invisibles.
En abril de 2015 ocurrió un terremoto en Nepal…
Los seísmos de fuera, los de dentro; la fragilidad y la fuerza: vivos y muertos conviviendo.
El Espíritu de las Aguas es un homenaje a la Tierra, a sus elementos, a la humanidad, a todos los que viven y vivieron la tragedia. Es un homenaje y un recuerdo, una memoria pasada por el corazón, bien dentro.
Can Canyamars, 19 de mayo de 2015.
(Sigue lloviendo).
“El espíritu de las aguas”
Poesía escénica. Representación teatral de un poema dramático.
Pieza breve inspirada en el teatro Noh, el arte oriental y la danza butoh.
Dramaturgia: Júlia Bel
Espacio escénico: Ruth Castilla Mora
Coreografía: Dinorah Arrillaga
Últimas funciones
Miércoles 20 de mayo.
Dos funciones: a las 20 y 21h
(Programadas como parte de BARRIBROSSA 2015 )
Jueves 21 de mayo.
Dos funciones: a las 20 y 21h
Lugar
Espai Ku
C/ Canvis Nous, 1, 08002
El Born (Barcelona)