I
A menudo en nuestras vidas hay un cuento profundo que pareciera acompañarnos siempre, un cuento que nos ha encantado desde que éramos pequeños y que sigue vigente mientras vamos creciendo y envejeciendo. Ese cuento “primordial” (le llamaré así) a veces está en estado latente, aparentemente sin presencia en nuestro día a día. Y otras veces emerge y se hace visible tal vez en un sueño, o en un libro que estamos leyendo, o en una película que acabamos de ver. Este relato primordial pareciera actuar como un guía en nuestra vida y también como un hilo conector de otros cuentos que cobran fuerza y significado en momentos puntuales:un cuento que permite la expresión de otros muchos cuentos; una obra de arte que tiene que ver con nosotros mismos.
Por ejemplo, a mí me encanta Caperucita Roja. Es un cuento que me han narrado y he narrado mil veces en distintas versiones. A partir de él he escrito cuentos y poemas. Me lleva de la mano, aparece y desaparece en mi vida, se deja ver y se esconde.
Nada tiene que ver mi Caperucita Roja de la infancia, con la que conocí cuando tenía veinte años o con la que me cuento ahora. En ocasiones me he sentido muy cercana a esa muchachita de la caperuza roja; en otras, al lobo, o a la abuelita. Este cuento forma parte de mi sangre. Junto a él corren otros dos cuentos que llegaron más tarde a mi vida “Basilisa la Bella” y “La Rana Zarevna” que empezaron a formar parte de mi vida cuando yo tenía alrededor de ocho años y estaba comenzando a salir de mi primera infancia; llegaron en ese momento de transición y ambos cuentos me ayudaron a crecer y a sentirme protegida en ese tiempo de duelo, de dejar atrás una época muy mágica de la vida donde todo puede explicarse a través del milagro. Cuántas veces jugué a ser Basilisa, a enamorarme del zarevich Iván, y a salir a vivir una aventura inmensa.
Cuando tenía alrededor de diez años, y estaba comenzando a intuir la adolescencia, entraron en mi vida con toda su fuerza las maravillosas historias de “El Rey Arturo” que me llevaron a otro bosque y me hicieron soñar e imaginar desde otro sentir de la vida. Sin embargo Caperucita seguía estando presente con fuerza cuando entré en los doce años a través de la lectura de la versión de Perrault, y de los grabados de Gustave Doré. En esta versión lobo se come a la niña y no hay redención posible. Recuerdo cuando leí el cuento, ¡qué dolor! No podía creer ese final para mi heroína… La historia vivió en mi interior durante muchos días y me hizo asomar a un lugar oscuro.
II
Los cuentos tradicionales nos acompañan desde siempre y nos ayudan a transitar la vida. Nos inician a los momentos de cambio que inexorablemente acaecen en nuestro camino. Un momento de cambio cuando empezamos la escuela; cuando cumplimos siete u ocho años y vamos dejando atrás la edad dorada de la niñez; cuando entramos en la adolescencia y nuestros cuerpos y mentes se transforman de manera rotunda; cuando comenzamos a pensar en nuestro glorioso futuro y en lo que queremos hacer y ser; cuando llega el gran amor a nuestras vidas; cuando nos casamos; cuando tenemos hijos; cuando comenzamos a transicionar hacia la vejez; cuando empezamos a mirar la muerte de cerca…
Los grandes momentos de cambio de una vida humana se reflejan en el arte y están contados en los maravillosos cuentos tradicionales.
III
¿Cómo sería un auténtico rito de paso hacia la adolescencia? He leído acerca de iniciaciones en distintas culturas y en todas ellas, los cuentos suelen estar presentes.
Los cuentos preparan el rito y, a la vez, son el rito mismo. Que tu futuro mentor, tu mentora, te cuente muchos cuentos que tienen que ver con el comienzo de la humanidad, con sus mitos, con lo que significa crecer siendo una mujer o un hombre, te ayuda a entender los tiempos que vendrán y te tocarán vivir. O más que a entender: a aceptar que ya no eres un niño, que te has transformado en un hombre joven y que como tal tendrás otro status dentro de tu comunidad; o que ya no eres una niña sino una pequeña mujer y que irás creciendo y a partir de ahora tendrás responsabilidades y nuevos desafíos que asumir.
IV
Cuentos para todos, pero también, cuentos para el tránsito de niño a hombre, de niña a mujer. Cuentos sencillos que hablan de la vida, de valores ancestrales, del amor, del camino humano, del bien y del mal, de las dificultades y alegrías, de lo oculto y misterioso, y sobre todo del alma humana como algo valioso que hay que cuidar y salvar.
Un cuento y otro, y otro, y otro, todos contados a lo largo de días mientras te reúnes con los de tu comunidad, con los hombres de tu clan, con las mujeres de tu clan. Y aprendes…
Y asumes. Y creces. Y eres.
¿Cuántos ritos auténticos necesita hoy en día nuestra desacralizada civilización?
Los cuentos en sí mismos pueden ser un rito de paso y crecimiento.
V
“Iniciáticos” es un ciclo de ocho encuentros virtuales y presenciales para trabajar cuentos que inician a lo masculino y a lo femenino. Un recorrido para entrar en la simbología y la espiritualidad de estos cuentos tradicionales.
Una propuesta que surge a partir de mi fascinación, y mi amor, por esta clase de relatos.
Detalles técnicos
Comenzamos en enero en dos formatos, on-line y presencial: cuatro encuentros para trabajar cuentos iniciáticos masculinos.
En marzo llegarán los cuentos iniciáticos femeninos a través de otros cuatro encuentros,
también en formato on-line y presencial.
Los encuentros son semanales y duran dos horas cada uno. Lo que propongo es un sencillo trabajo de inmersión en estos cuentos, por eso planteo estas reuniones semanales. También tendremos deberes para hacer entre semana, propuestas para crear y reflexionar.
Lo femenino y lo masculino lo tomaremos como algo que ocurre en nuestro interior seamos mujeres u hombres. ¿Qué nos cuentan los viejos cuentos acerca de lo femenino en nosotros? ¿Y de lo masculino? ¿Cómo aprendo siendo mujer a vincularme a mi propia masculinidad a partir de los cuentos? ¿Cómo aprendo siendo hombre a sentir mi propio femenino interior a partir de estas historias antiguas?
Siempre intento que el trabajo con los cuentos antiguos sea un viaje; uno que nos lleve muy lejos y que nos haga volver un poco cambiados, un poco crecidos, con un poco más de fe, con más alegría, y más amor por nosotros mismos y por el mundo que nos rodea.
Iniciáticos
Los cuentos masculinos
Enero de 2024
On-line
Miércoles: 10, 17, 24 y 31
Horario: 20 a 22h
Presencial (Barcelona)
Viernes: 12, 19, 26 y 2 de febrero
Horario: 19 a 21h
Precio: 80 euros (el ciclo de estos cuatro talleres en los dos formatos)
Los cuentos Femeninos
Marzo de 2024
On-line
Miércoles: 6, 13, 20 y 27
Horario: 20 a 22h
Presencial (Barcelona)
Viernes: 8, 15, 22 y 5 de abril
Horario: 19 a 21h
Precio: 80 euros (el ciclo de estos cuatro talleres)
Nota: también se pueden tomar los talleres sueltos
Precio: 25 euros cada uno
Reservas:
dinorah@atravesdelcuento.es
whatsapp, telegram, quicksy (xmpp): +34 635 62 55 17
¡Salud y Cuentos de Hadas!