La Educación del Corazón en los Cuentos Tradicionales

 

El último de los «Tres talleres para acortar el camino».

Un trabajo a partir de cuentos antiguos, su simbología y arquetipos, para escuchar, contar, vivir y conocer las viejas historias que hablan de nuestro viaje amoroso. Nuestro propio mito como amantes.

 

«La educación del Corazón en los Cuentos Tradicionales»
Taller presencial, en Barcelona.
Fecha: 17 de septiembre de 2023
Horario: 10 a 14 y 16 a 20h
Precio: 120 euros
Reservas e información:
dinorah@atravesdelcuento.es
whatsapp, telegram, quicksy (xmpp): +34 635 62 55 17

 

¡Salud y Cuentos de Hadas!

 

 

Un inicio

 

 

Hace rato que viene pasando un ángel. El silencio está durando siglos. Hoy, entre las hortensias, encontré una pluma grande, blanca, brillante. La toqué con suavidad y en ese contacto comencé a enamorarme: toda la criatura angelical estaba presente en ella. Cuánta belleza… No pude dejar de sentir cierta nostalgia, seguramente un eco del paraíso perdido. Mi paraíso perdido, el antiguo, el de la niñez más temprana. Con la pluma en la mano fui dejando que el silencio de siglos me atravesara.
El paraíso de aquel entonces era mamá, papá, la gente querida; el perro, el gato, las flores del jardín. El espacio familiar era, para mí, el refugio dorado, el calor del sol, la cueva donde el lobo no podía entrar. El lobo estaba en otro lugar, presentido, sí, pero un poco lejano. Sin embargo ese lugar llamaba, invitaba. Algún día aceptaría esa invitación y saldría al camino; me iría de viaje; llegaría a lugares nuevos y extraños; viviría aventuras inesperadas. Como les pasaba a los protagonistas de los cuentos que me contaban mis mayores: historias maravillosas con finales hermosos, donde el héroe y la heroína andaban el camino, afrontaban peligros y, movidos por su fe, lograban su cometido.
Algún día…

El cielo está claro y en un jardín oculto está llegando el otoño.
Hace rato que viene pasando un ángel.
Ojalá se quede para siempre.

 

 

 

Paisajes del Alma

Los cuentos tradicionales tienen en sí mismos una noche, un fuego, un encuentro en corro, una voz que narra. Esta voz es antigua, viene de lejos, trae verdades.
Los cuentos antiguos (y cuando digo cuento antiguo digo mito, leyenda, saga, poesía) tienen un misterio y dicen verdad. Una verdad que está clara, aunque parezca que no, en sus imágenes y símbolos. Verdad mística que cuenta ese «era y no era», «lo ves y no lo ves», «lejano y cercano», «perdido encontrado», «lugar sin lugar», «tiempo sin tiempo»…

«Era y no era, pero todos sabemos que es verdad que… hace tiempo vivió un rey, hubo un reino, un bosque, una campesina, una muchacha sentada junto a un pozo, un soldado pobre, doce princesas bailarinas…».

Los cuentos viejos nos traen el hálito del espíritu, nos hablan de algo íntimo que acontece en nosotros; nos cuentan acerca de la vida de los seres humanos, de nuestro viaje como humanidad; de la búsqueda y el encuentro; de lo que tenemos que hacer para llegar a Ser. Y porque traen ese hálito del espíritu, todo esto nos lo cuentan en un lenguaje sencillo, claro, vivo, lleno de poesía.

Los cuentos tradicionales tienen dentro el recuerdo de algo intangible que echamos de menos. Si los escuchas abriendo tu corazón, te llevan de regreso a casa.

 

 

A propósito de Hadas y Brujas I y II

A propósito de Hadas y Brujas I

 

 

Jean Markale, hablando de «el amor cortés», esa revolución en el sentir que se dio en Europa entre los siglos XI y XIII, y que aún nos vive, a ciertos niveles, como colectivo:

Es absolutamente notable, en esa época cortés, la intrusión de la feminidad en las costumbres gracias a lo maravilloso. En todos los textos literarios de los siglos XII y XIII, en efecto, la imagen del hada es la que se impone como modelo a la dama cantada por los trovadores. Los romances artúricos son recorridos por esas «doncellas» dotadas de misteriosos poderes, y el destino del mundo puede ser manipulado por personajes como Viviana, la «Dama del Lago» y Morgana, la temible y atractiva hada de la isla de Avalon. Estas mujeres-hadas brotan directamente de los cuentos orales que, ellos mismos, transmiten elementos fundamentales tomados de la mitología céltica. «Se presentan como otros tantos ejemplos demostrativos de la idea fundamental de que la restauración, en el consciente colectivo, de la función simbólica, fuente vital de la renovación y el equilibrio físico del grupo, pasa necesariamente por la mediación de lo femenino: la imagen de la mujer-objeto se esfuma ante la de la mujer-dueña actuante, que conduce hacia una más alta conciencia, abre el acceso al Otro Mundo y lleva a la realización del Sí».

Leído en » El amor cortés «, de Jean Markale (nota 3 de la introducción).
(El entrecomillado del texto es una cita de Jean Claude Aubaily,» La Fée et le chevalier», París, Champion, 1986).

Estudiando, disfrutando, y creando, acerca de hadas y brujas en la literatura oral (imaginario y símbolo). Un tema que me fascina, me hechiza, me maravilla.

 

 

A propósito de Hadas y Brujas II

 

"Morgan le Fay", de Emily Balivet
«Morgan le Fay», de Emily Balivet

Morgan le Fay

Esta noche soñé con el Hada Morgana. Hay cierta nostalgia y soledad en la misteriosa Morgana de mi sueño. Aunque la veo en la oscuridad sé que siempre fue un hada llena de luz. Como cuenta Geoffrey de Monmouth en su «Vita Merlini», era la mayor de las nueve hermanas de la isla de Avalon, la más hermosa y sabia; dijo que curaría a Arturo, herido de muerte, si él aceptaba quedarse con ella largo tiempo y tomar sus medicamentos…
Aunque me maraville tampoco me sorprende haberla soñado ya que vengo leyendo, reflexionando y sintiendo mucho acerca de ella. Desde pequeña me llamó la atención y despertó sentimientos ambivalentes en mí. Con el correr del tiempo, leyendo más cuentos del ciclo artúrico, fui aprendiendo a respetarla y admirarla.
El sueño también me contaba acerca de brujas y hadas en la tradición, ya que en el mito de Morgan le Fay, el hada maravillosa y la bruja oscura conviven en un mismo personaje.
A través de los siglos los diferentes cuentos sobre Morgana fueron cambiando: en el principio era un ser luminoso, bello, sabio, sobrenatural, emparentada con las diosas Modron, Morrigan, Rhiannon, e hija del misterioso Avalloch; después, Iglesia mediante, se fue transformando en una hechicera oscura, llena de odio, lujuria y hasta fealdad.
El mito sobre ella comienza siendo orgánico, luminoso, pone voz a algo inconsciente que seguía vivo en la cultura ; con el tiempo se vuelve mucho más racional, pensado, político, demonizante.
Morgan le Fay, en la complejidad de su mito, es hada y es bruja. Y aunque los cuentos la fueron humanizando al cambiar su genealogía, no deja de ser una diosa, tome la forma que tome, porque detrás de las figuras femeninas de hadas y brujas siempre hay un aspecto de la diosa madre.
A través de este escrito intento honrar a mi sueño y a ella. Que el sueño nocturno me haya llevado a Morgana me parece algo tan mágico y maravilloso como ella misma pues la sustancia onírica forma parte del mito y de su magia.

 

¡Salud y Cuentos de Hadas!