Live con Catalin Rotarescu: Mito Cotidiano

Una charla en la que hablamos acerca del «Mito nuestro de cada día«, y del curso que, juntos, comenzaremos a dar en octubre de este año 2021.

Mito nuestro de cada día, como esa historia que nos contamos desde siempre.

Mito nuestro de cada día, como esa gran historia universal que nos narra a todos como humanidad.

Mito Cotidiano, maravilloso, donde habitan las claves para vivir nuestra aventura propia y llegar a realizarnos.

 

 

30 de agosto de 2021: IG Live «Mito Cotidiano»

«El mundo es como el sueño soñado por un solo soñador. Todos los personajes del sueño están soñando también. Ellos están soñando sus vidas y todos los sueños se coordinan en una misteriosa armonía.»
(Arthur Schopenhauer)

 

 

Lunes 30 de agosto de 2021
IG Live con Catalin Rotarescu
@kato.terapia
Hablaremos sobre el » Mito Cotidiano «.
17h España
10h México
12h Uruguay

Las preciosas ilustraciones son de Edmund Dulac.

¡Salud y Cuentos de Hadas!

 

 

Grandes momentos y Mito Cotidiano

Te perdono la vida

Los ojos del cazador, fijos en Blancanieves. Ella devolviéndole la mirada. El lento cuchillo que vuelve a su funda. La mano que se relaja.

 

Me metí en la boca del lobo

Caperucita Roja sintiendo miedo al entrar en casa de la abuelita. ¿Qué me pasa? ¿Por qué? – se pregunta. Igualmente, entra.

 

Estaré soñando

En la penumbra de la habitación, rodeada de rosas, la Bella Durmiente despierta, en el preciso momento en el que un hombre hermoso, la besa.

 

Tres momentos, para mí, gloriosos, de tres grandes obras literarias. Momentos que me sugieren reflexiones y me cuentan muchas cosas. Momentos que forman parte de mi vida. Situaciones simbólicas por las que he pasado muchas veces.
El mito nuestro de cada día…

Preparando nuestro próximo curso con Catalin Rotarescu (@kato.terapia), «Mito Cotidiano«.

Las ilustraciones:
Blancanieves, de Iban Barrenetxea;
Caperucita Roja, de Isabelle Anglade;
las dos de «La Bella Durmiente», de Arthur Rackham.

 

 

 

Finales de primavera

Un grupo de niños, en bañador, jugando sobre la arena. El viento, que vuela la bata y se cuela por dentro de mi abrigo, gira las olas.
Mar encrespado.
Bebo café, leo, escribo.
Quiero quebrar el tiempo; romper un paréntesis; transformar la historia que me cuento.
Escribir en el viento y, sin embargo, apoderarme de algo mío que se me escapa.
Robarlo.
Robar eso mío y adueñarme.

Esta noche un bebé me interpeló en sueños. Buscaba una nutrición que no le supe dar. Sin embargo me quedé con un detalle: en la habitación azul de mi sueño había una ventana bañada en luz.
La ventana, repitiéndose siempre de la misma manera, es sólo un detalle fugaz de mis últimos sueños nocturnos: la luz blanca que se filtra desde fuera, y el color azul de los muros de las distintas habitaciones, de mis distintos sueños.
Hay una invitación en esta imagen y, con seguridad, una respuesta a una pregunta que me vengo haciendo.
Asomarme a la ventana, saltar al otro lado, caminar ese paisaje que se filtra en una luz y que quiere expresar… ¿qué? Ahí está el misterio, el reto.

Hoy, el guardián del umbral ha sido un bebé.
Y a este lado del velo, los niños jugando en la playa, me regalan un símbolo.

Todos mis lobos descansan en la orilla; miran el mar dándome la espalda.
Los niños juegan entre ellos, los acarician con alegría.
Los lobos son negros y están tranquilos.