Conocí a Catalin Rotarescu en el año 2006. Era un hombre muy joven y adentro tenía una luz y una oscuridad. No las escondía, se las podía ver. Él también podía ver dentro de los demás.
En ese momento de mi vida yo estaba por atravesar un umbral, iba hacia algo nuevo. El umbral me llamaba, aunque yo no era consciente del llamado. Catalin, de alguna manera, me ayudó a atravesarlo.
Caminábamos por las calles del Raval y nos contábamos sueños, historias.
Él contaba historias que había vivido, podía mezclarlas con sueños; siempre podía encontrarles el trasfondo mítico, legendario. Para mí, esa facilidad con el mito, formaba parte de su don.
La vida es un viaje. Puede ser largo, corto; más, o menos intenso. Viajeros en tránsito rumbo a Ítaca, atravesamos umbrales una y otra vez: adolescencias, casamientos, nacimientos, muertes, aprendizajes varios.
Hace un tiempo volví a cruzar otro umbral. No fue fácil. Catalin, de muchas maneras, me ayudó. Sobre todo, me ayudó a través de su escucha, de su sensibilidad, de sus cuentos. En la travesía de ese umbral nos hemos contado muchos cuentos; hemos creado finales nuevos, principios distintos. Seguramente, los cuentos se fueron contando a través de nosotros, y nos ayudaron a crecer.
Los seres humanos necesitamos historias para crecer y para ser. Necesitamos contar, escuchar, y ser contados por otros. Y así, le contamos historias a Dios, y dejamos que Dios nos cuente.
Este domingo 13 de noviembre, Catalin y yo, haremos un taller on-line (él desde Guadalajara; yo, desde Sant Pol).
«Atravesando Umbrales: la vida como un viaje constante«, se llama el taller. Un trabajo, lleno de historias, sobre el viaje y los umbrales que atravesamos para crecer.
«Si vas a participar, acércate con tu alma de poeta. Sin pudor».
Atravesando Umbrales
La vida como un viaje constante
13 de noviembre de 2022
16.30 a 20.30h (España)
40 euros
Reservas:
dinorah@atravesdelcuento.es
whatsapp, telegram, quicksy (xmpp): +34 635 62 55 17